Llamamiento urgente a la opinión pública
mundial:
¡Detengan la guerra antes de que sea
demasiado tarde!
(Llamamiento abierto a nuevas firmas;
detalhes al final del texto)
La guerra en Ucrania continúa sin tregua
desde hace cuatro meses, causando una enorme pérdida en vidas y en destrucción
de infraestructura del pueblo ucraniano y un enorme daño a la economía mundial.
La vida de millones de personas en todo el mundo está siendo afectada debido al
aumento de los precios, a la crisis energética y al permanente incremento de la
tensión a nivel internacional, que coloca a la humanidad al borde de una guerra
nuclear.
La intervención militar rusa en Ucrania fue
una respuesta evidente a las medidas adoptadas por el régimen de Kiev y las
milicias armadas de extrema derecha contra los rusos, contra la población de
lengua rusa y contra otros ciudadanos de Ucrania, así como al incumplimiento de
los acuerdos de Minsk y a la continua y agresiva expansión de la OTAN en
dirección a los territorios de la antigua URSS.
Pero incluso si descartamos por completo los
argumentos rusos y si aceptamos plenamente la interpretación de Estados Unidos
y de la OTAN sobre la crisis ucraniana, la respuesta occidental a la
intervención rusa, armando masivamente a Ucrania e imponiendo sanciones sin
precedentes contra Rusia, es totalmente desproporcionada. Esta política, no
solo no ayuda a los ucranianos sino que eleva el riesgo de catástrofes en el
ámbito nuclear, ecológico y socioeconómico, a nivel mundial.
La prolongación del conflicto ucraniano
aumenta el riesgo de una guerra mundial nuclear por accidente, por error de
cálculo o por provocación y la consiguiente aniquilación de la humanidad.
Está claro que es imposible abordar los
retos candentes de nuestro tiempo, como el cambio climático, el hambre y otras
amenazas existenciales para la humanidad, en un ambiente de hostilidad
internacional. Todos los logros alcanzados desde el final de la Segunda Guerra
Mundial parecen estar hoy en juego y la cooperación entre las naciones y los pueblos
ha disminuído a un nivel mínimo
alarmante. La continuación de este conflicto nos acerca al punto de
colapso de la civilización humana, tal y como advierte el reciente informe de
la ONU (GAR2022: Global Assessment Report on Disaster Risk Reduction).
Las sanciones y contra-sanciones ya han
tenido efectos sociales y económicos devastadores en la mayoría de los países
del mundo. Y a esta altura está claro que todas esas medidas no pueden ayudar a
Ucrania a ganar una guerra que desde el comienzo era imposible de ganar. Pero
contribuyen a la muerte y a la emigración de la juventud ucraniana y a la
destrucción del país.
Por ello, consideramos de máxima urgencia
hacer un llamamiento a un inmediato cese al fuego y al inicio de negociaciones,
acompañados del levantamiento de las sanciones y del fin del suministro de
armas para Ucrania.
Exhortamos a la opinión pública mundial, a
los movimientos sociales, a los intelectuales, a los sindicatos, a las
comunidades religiosas y a los gobiernos para que actúen con firmeza en esta
dirección y coordinen sus esfuerzos.
¡No hay tarea más importante para la
humanidad en este momento que detener el camino hacia una guerra mundial
abierta que llevaría al colapso de la Civilización!
Red Espíritu de Bandung e Iniciativa Delphi
para la Defensa de la Democracia
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